¿Cómo saber si mi piel sufre deshidratación? ¿Cómo cuidar la piel grasa deshidratada? ¿Qué precauciones debo tener para mantener un cutis saludable?
Es completamente natural que algunas de estas preguntas te ronden por la cabeza, ya que todos queremos lucir una piel radiante y sana todo el año. Si te interesa conocer tips que te permitan mejorar tu cutis, ¡ponte cómodo y sigue leyendo!
Beneficios de hidratar tu piel
En primer lugar, debemos saber por qué es tan importante mantener nuestra piel hidratada correctamente. Seguro estás pensando que en este caso hidratación es sinónimo de belleza y no estás equivocado. Un rostro hidratado es un rostro más luminoso y, por tanto, luce mejor.
Sin embargo, los beneficios de una óptima hidratación van más allá. Por ejemplo, propiciará que los niveles de agua en tu cuerpo estén equilibrados y fortalecerá barreras protectoras en tu piel. De esta forma, zonas sensibles y delicadas del cuerpo, entre las que se incluye el rostro, estarán protegidas del clima, la contaminación y otros agentes externos.
Ahora bien, ¿Cómo deberíamos cuidar nuestra piel? ¿Cómo cuidar la piel grasa deshidratada? ¿Qué hacer si mi piel es seca o mixta? No debemos olvidar que no existen dos pieles iguales.
¿Cómo cuidar la piel grasa deshidratada?
Dos personas pueden tener piel grasa y reaccionar diferente al mismo producto. Esto significa que conocer tu tez es siempre el primer paso de cualquier rutina de cuidado que sigas.
Por supuesto, existen consejos que pueden ser útiles para todos, independientemente del tipo de cutis que tengan. Aquí una lista de hábitos imprescindibles para mantener tu piel sana e hidratada todo el tiempo:
1. Bebe agua
Este es probablemente el consejo más sencillo, pero a la vez más efectivo de todos. Varios estudios e investigaciones han demostrado que el 15% y el 20% del agua en nuestro organismo se encuentra en la piel. También se ha confirmado que las personas que beben al menos un litro de agua mineral al día han experimentado mejorías notables en su piel.
Para un funcionamiento correcto es recomendable beber 1 litro y medio de agua diario, aunque la cantidad exacta varía según sea tu peso. Cabe destacar que los resultados serán notables luego de un mes.
2. Cuida tu alimentación.
Somos lo que comemos y nuestra piel será el reflejo de nuestra alimentación. Para resultados duraderos debes procurar que la dieta sea equilibrada. En este sentido, tenemos que elegir alimentos que nos aporten agua y nutrientes, e incorporarlos a nuestra rutina alimenticia.
Existen numerosos alimentos que aportan hidratación y que son fáciles de integrar a nuestra nutrición. En este sentido, El aguacate, el pepino, la sandía, la manzana, la pera, el boniato y el pescado son excelentes opciones. Este punto es particularmente importante si te interesa cómo cuidar la piel grasa deshidratada.
3. Duerme las horas necesarias.
Tu piel necesita descansar, al igual que el resto de tu cuerpo. Es importante dormir al menos 8 horas para ayudar a la recuperación de la función del sistema inmunitario. La falta de sueño, además de afectar nuestro rendimiento, puede ser perjudicial para la producción de colágeno, el principal componente de nuestra piel.
En otras palabras, dormir mal puede provocar afectaciones en las barreras de la piel, provocar sequedad y roturas en la misma. Esto generará ese efecto deshidratado que tratas de evitar. Así que debes respetar el tiempo de descanso que tu cuerpo necesita.
4. Cuídate del Sol.
Si tu piel se encuentra deshidratada, la continua exposición al Sol no hará más que empeorar la situación. La sobreexposición solar afecta al colágeno y la elastina en nuestra piel. Es decir, el sol puede ser responsable de pérdida de agua y resequedad si no tomamos las medidas adecuadas.
Lo más recomendable es evitar las horas centrales del día y aplicar protector solar, incluso en los días nublados. No olvides proteger las orejas y la parte posterior del cuello.
5. Elige bien tus cremas.
Usar crema hidratante tiene que formar parte de tu rutina sí o sí. El uso diario de este tipo de productos mantiene la tez fresca y con mayor elasticidad, brindándole al rostro más luminosidad y eliminando las zonas resecas.
Ahora bien, la efectividad del producto dependerá siempre de tu tipo de piel. Por ejemplo, si tu piel es grasa deberás investigar específicamente cómo cuidar la piel grasa deshidratada y qué productos favorecen a tu tipo de dermis.
La mejor ocasión para aplicar cremas hidratantes, es cuando acabamos de ducharnos. En este momento la piel absorbe con mayor efectividad los productos que se aplican sobre ella. De este modo garantizamos que la piel retenga mejor el agua al tener los poros más abiertos.
6. Limpia y exfolia correctamente.
La limpieza también es un paso fundamental para tratar la piel deshidratada. Muchas de las ocasiones en las que sientes el cutis reseco, es probable que solo estés necesitando una buena exfoliación. Nuevamente, es fundamental que elijas los productos de limpieza y de exfoliación que son los más indicados para tu piel.
Debes lavarte el rostro dos veces al día, ya que es una cantidad que brindará el equilibrio adecuado para tu piel. Existen muchísimos productos de limpieza, por ello debes procurar usar los menos agresivos.
Exfoliar la piel tiene muchos beneficios, pero debes hacerlo moderadamente. Una vez por semana o incluso cada 15 días es suficiente, con el fin de evitar la irritación o causar más sequedad.
Por otra parte, si realizas este tipo de limpiezas profundas la cantidad de veces indicadas, notarás como el cutis adquiere suavidad y luminosidad. La exfoliación periódica elimina las células muertas que son las causantes de ese aspecto reseco que todos odian.
El mejor consejo para conseguir la piel radiante que tanto deseas es que dediques tiempo a saber más sobre tu piel y qué productos te favorecen. Con esta guía podrás orientarte y comenzar a cuidar tu piel y tu salud con hábitos más sanos. Solo te queda crear tu propia rutina.
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